La participación olímpica de la boxeadora argelina Imane Khelif volvió a levantar la polémica sobre la participación de mujeres hiperandróginas.
l debut en el boxeo olímpico de París 2024 de la pugilista argelina Imane Khelif levantó una gran polémica que incluso provocó opiniones de altos personajes de la política en el mundo, sobre si debieran permitir la participación de deportistas hiperandróginas.
Khelif es una de las dos boxeadoras presentes en la justa olímpica que fallaron una prueba de género en 2023 debido a sus elevados niveles de testosterona.
La argelina se subió por primera vez al cuadrilátero de París y vio cómo su rival, la italiana Angela Carini, tiraba la toalla después de sólo 46 segundos de combate.
Tras recibir un potente golpe en el rostro, Carini se encaminó hacia su esquina para retirarse. En una dramática escena, el juez dio a Khelif como vencedora de esta pelea de octavos de final del peso wélter, mientras Carini caía de rodillas entre lágrimas.
La argelina se acercó después a estrecharle la mano pero Carini, dolida, evitó el saludo.
“No podía seguir. Me dolía mucho la nariz y dije: ‘Paren’. Era mejor no seguir. Siempre he luchado contra hombres, entreno con mi hermano, pero hoy he sentido demasiado dolor”, declaró la italiana.
No soy nadie para juzgar o tomar una decisión. Si esta mujer está aquí, por algo será.
Hoy, en los Juegos Olímpicos, se ha llegado a algo que es el punto de vista médico y biológico, no veo justo.
— Esteban Ortiz (@EstebanOrtizMD) August 1, 2024
La mujer boxeadora 🇩🇿 argelina Imane Khelif, quien es biológicamente XY (masculino) disputó su primer combate contra la italiana 🇮🇹 Angela Carini XX (femenino) en un… pic.twitter.com/Ic3kuQwfs9
¿Qué es el hiperandrogenismo?
Este combate es el último episodio del largo debate sobre la participación deportiva de atletas hiperandróginas, mujeres que presentan elevados niveles naturales de testosterona.
Estos casos, que son excepcionales en competencias de alto nivel, han llevado a las autoridades a establecer reglas específicas, que deben encontrar complejos equilibrios entre ciencia, equidad y derechos.
La atleta sudafricana Caster Semenya, doble campeona olímpica de 800 metros, apeló al Tribunal Europeo de Derechos Humanos al ser privada de competir durante varios años porque rechazó medicarse para reducir su tasa de testosterona.
Khelif y otra boxeadora, la taiwanesa Yu Ting Lin, son los casos que más han resonado de atletas hiperandróginas en estos Juegos.
Tres años atrás, ambas participaron en la cita olímpica de Tokio pero en 2023 fueron descalificadas del Mundial por no superar pruebas de elegibilidad de género, una decisión tomada por la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
El hiperandrogenismo es una condición médica que se caracteriza por los niveles excesivamente altos de andrógenos en el cuerpo, es decir, de hormonas masculinas como la testosterona.
La testosterona es una hormona sexual que producen hombres y mujeres. Sin embargo, los primeros producen alrededor de 20 veces más que las mujeres, principalmente en los testículos.
Cuando las personas producen de manera natural un exceso de hormonas del sexo como la testosterona, se habla de hiperandrogenismo.
Esta condición afecta a un 5% aproximado de las mujeres, con cerca del 70% de los casos provocados por el síndrome de ovario poliquístico, según una investigación.